Desde hace unos años, rondaba la idea de volver a celebrar las Fiestas del pueblo, ya que hacia más de 50 años que no podían celebrarse, dado que los ultimos habitantes partieron a finales de los años 60 del siglo pasado.
Este año hemos celebrado la IV edición consecutiva de las Fiestas de Griébal, que en su momento se celebraban a finales del mes de enero por San Vicente, patron de la iglesia que ocupa el centro del pueblo.
Tal y como recuerdan habitantes del lugar ya mayores, las Fiestas eran un momento de compartir, de decenas de recetas, de felicidad y celebración, así como de disfrute. Ellas recuerdan bailes en grandes salones, recetas que ahora suenan extrañas, orquestas, familiares y viajeros que venian desde otros lugares para celebrar sus Fiestas y lugares que ahora solo permanecen en la memoria, puesto que muchas de las casas ya no están y los lugares de su infancia donde primaban los almendros, los olivos, las viñas o algún melocotonero hace tiempo que pasaron a ser campos cubiertos de pinos, y ya casi nadie se acuerda de su pasada existencia.

En la actualidad quizás el motivo de celebración esta más relacionado con el reencuentro y evidentemente la celebración del lugar y del proyecto, sumado a la promoción del lugar y la invitación a la gente de la región a conocer el proyecto que Griébal plantea.
Pero en el fondo, las Fiestas siguen siendo un momento de unión y de celebración entre personas que comparten un objetivo y un proyecto común.

Porque Griébal sigue siendo un gran desconocido,
Tanto sus actividades como sus posibilidades son un gigante dormido, que con acompañamiento, paciencia e interés puede terminar siendo un centro referente nacional e internacional en el trabajo con infancia, adolescencia y juventud en el ámbito del ocio y el tiempo libre, así como en la educación en la naturaleza.
Si estás leyendo esto y no conoces Griébal, puedes entrar a su web o también puedes darte un paseo por la zona y venir a las proximas Fiestas.